martes, 22 de diciembre de 2009
El Rapsoda Ignoto (III)
Baobabs, yo no me vendo
ni sé cambiarme de bando
pues soy de corazón recio
aunque de estómago blando.
Si queréis llamarme necio
que yo os seguiré ignorando.
Baobabs, no tengo precio
ignoto, ignacio y no ignecio
la verdad estoy contando.
Si mi corazón es músculo
se podrá pesar en báscula
y ayer antes del crepúsculo
adquirió un peso minúsculo
testigo de la conjura
que relato en este opúsculo.
Inicio ya en esta estrofa
relato de la impostura
urdida por caballeros
Baobabs de baja estofa
que entre morapio y corderos
se portaron cual piratas,
corsarios, filibusteros.
Lucus Augusti el lugar
en principio una carrera
frío intenso, unas murallas
uno nuevo, un tal Ramón,
el de pucela con mallas
preludio de una traición
y de un pijama de rayas
cuya conclusión postrera
algún día ha de llegar.
Don Fernando y Don Joaquín
lucían muy abrigados
por los fríos
elegantes atavíos
y ha de ser
por menester
no resultar atildados,
eso es más de Don Javier
pues de pernera y de talle
a la hora de vestir
cuida el mínimo detalle
tanto si está en su morada
como si sale a la calle.
Y es que así, de aquesta guisa
epilogada la atlética
tornan su ropa estrambótica
conservadora energética
como lo es la malla gótica
por otra más llevadera
lucen corbata y camisa
y no prendas de carrera.
Ya están los siete más uno
situación irregular
que el de pucela, el muy cuco,
se encarga de provocar
de aquí una unánime queja
de ya, varios, Baobabs:
"No se puede traer nuevos
a la hora de votar,
sólo entrarán a los postres
o a la hora de pagar".
El ara de sacrificio
una mesa.
Sentado en el frontispicio
el Presidente.
Traen el cordero caliente
desmembrado
un estropicio.
Presidente preocupado
raro ambiente.
Sabe que su cargo en puertas
está muy cerca del quicio
algo saliente.
Se me revuelven las vísceras
las circunstancias son ásperas
como la piel de los nísperos.
Los traidores con sus máscaras
zumban avispas de avísperos
porque ya estamos en vísperas
de prender pira con fósforos
y de que los fuegos prósperos
dejen Presidente en cáscaras.
Se eligen los candidatos
Daniel Nomdedeu repite.
Don Fernando es el tapado
que por el puesto compite
poniendo un gesto asombrado
pues lo habían nominado
no estando por el envite
Ya se vota.
El de Pucela: Fernando!!.
Uno cero.
Fernando!!, vota Joaquín.
Don Ramón, miembro postrero
que no miembro de postín,
como en el club está entrando
se le prohibe estar votando.
Fernando dice: Daniel!!
(el cual sabe a esas alturas
que algunos van a por él).
Nomdedeu!!, proclama Ignacio.
Dos a dos
se va despacio.
Alonso: por la mayoría!!.
Gran dislate
voto nulo
pues dos a dos es empate
y si cuenta con el culo
comete tal disparate.
"El voto ha de repitir"
Ignacio ordena flemático.
Fernando!!, Alonso decide
(no el piloto)
por tres a dos ya va el voto.
Fernando!!, vota Carral.
Daniel que es un caballero
ya vislumbrado el final
de su destino fatal
y con el ánimo roto
se retrata con Fernando
cediéndole el cargo en la foto.
Discurso del Presidente
recientemente elegido
y escuchado por Daniel
algo cariacontecido.
"Quiero decir...., es decir....
por tanto y por consiguiente....
y qué en el sentido dé
quiero decir .... Presidente....
en el sentido de serlo
pues claro..., efectivamente".
Y por tanto ésta es la historia
de una traición planeada
y urdida por Don Javier,
que ha logrado su victoria
y dejando en la memoria
al Presidente de ayer.
Más mi honor al ser mayúsculo
me convierte en socio díscolo
testigo de una conjura
con fecha en el calendario.
De lejos seré un corpúsculo
pues correré solitario
perdido en la lontananza
triste, lejano y minúsculo
confundido en la negrura
que cae después del crepúsculo.
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